Os invitamos a la exposición de originales ‘El gran Zooilógico. Bestiario de seres mitológicos’ de Daniel Montero Galán, del día 6 al 30 de noviembre.
Inauguración viernes 6 de noviembre, a las 19:30h.
‘El gran Zooilógico. Bestiario de seres mitológicos’
En esta exhibición de seres utópicos y atípicos encontrarás muchos tipos de patas y picos. Unos son peludos y otros pelones, los hay aterciopelados, peliagudos, peleones; pero la mayoría no tienen un pelo de tonto, como los melones.El Zooilógico carece de barrotes que amansen a estas fieras, necesitan que les dé el aire para inspirarse y poder expandirse. Para no quedarse abotargadas, han emprendido una nueva migración de altos vuelos para asentarse durante un tiempo en la librería El Armadillo Ilustrado, un hábitat idóneo para mostrar sus encantos y dar alas a su imaginación.
Daniel Montero Galán
Daniel Montero Galán nació como todo bichejo viviente, pero lo hizo de una forma prematura, a la temprana edad de cero años. Su cabeza siempre estuvo llena de pajarracos. Según crecía, estos seres se iban reproduciendo y se les fueron sumando todo tipo de criaturas que poco a poco iban generando un gran estruendo en el ecosistema de su corteza craneal, entre graznidos, gruñidos, cacareos, ronquidos… Lejos de silenciarles, decidió darles la voz cantante y trasladarlos al papel para que tuviesen un papel protagonista entre sus obras.
En esta exhibición de seres utópicos y atípicos encontrarás muchos tipos de patas y picos. Unos son peludos y otros pelones, los hay aterciopelados, peliagudos, peleones; pero la mayoría no tienen un pelo de tonto, como los melones.El Zooilógico carece de barrotes que amansen a estas fieras, necesitan que les dé el aire para inspirarse y poder expandirse. Para no quedarse abotargadas, han emprendido una nueva migración de altos vuelos para asentarse durante un tiempo en la librería El Armadillo Ilustrado, un hábitat idóneo para mostrar sus encantos y dar alas a su imaginación.
Daniel Montero Galán
Daniel Montero Galán nació como todo bichejo viviente, pero lo hizo de una forma prematura, a la temprana edad de cero años. Su cabeza siempre estuvo llena de pajarracos. Según crecía, estos seres se iban reproduciendo y se les fueron sumando todo tipo de criaturas que poco a poco iban generando un gran estruendo en el ecosistema de su corteza craneal, entre graznidos, gruñidos, cacareos, ronquidos… Lejos de silenciarles, decidió darles la voz cantante y trasladarlos al papel para que tuviesen un papel protagonista entre sus obras.
Día a día, y alguna que otra noche, sigue conviviendo con sus criaturas mitoilógicas, dándoles alas, patas y picos para que migren a su antojo.
www.danielmonterogalan.com
Saludos
